En el marco de nuestra labor docente la comunicación juega un papel sumamente importante como parte del proceso didáctico. Parto de una definición sencilla de lo que representa la comunicación: “transmisión de cualquier tipo de información por parte de un emisor hacia un receptor, mediante un código que ambos conocen”. En nuestro caso, diariamente jugamos el papel de emisores y receptores de conocimientos hacia nuestros alumnos y viceversa, mismos que deberán ser transformados para convertirse en aprendizajes significativos. En este sentido, en el ámbito educativo la comunicación cobra enorme importancia, ya que debemos poseer la habilidad para comunicar a nuestros estudiantes jugando ambos papeles (emisor y receptor) mediante actividades que a ellos les permitan ser partícipes del proceso como receptores y emisores, rompiendo con ciertos paradigmas de la educación tradicional.
La nueva relación educación-comunicación que debemos establecer, nos invita a echar mano de nuestras características personales, conocimientos profesionales y docentes, para hacer de nuestra clase un espacio con un clima de confianza, donde docente y alumnos puedan expresarse libremente y hacer valor su opinión de la mejor manera, situación que favorecerá los aprendizajes.
Por otra parte, la era de la comunicación electrónica que estamos viviendo, no es ajena a nuestra realidad académica, gran parte de nuestra tarea estriba en conducir a nuestros estudiantes a hacer uso correcto de todos los medios que nos llenan de datos e información de todo tipo, para bien o para mal, con el fin de que le sea útil en su vida académica futura en un nivel educativo superior, en un mundo del trabajo tan cambiante, y sobre todo, en su vida personal como individuo de bien dentro una sociedad. De ahí la importancia de que analicemos la forma en que se da la comunicación en el entorno de nuestro alumno, con el fin de implementar mejores estrategias de trabajo educativo. En este proceso podemos mencionar algunos elementos:
Fuente, sitio de donde fluye la información, mismos que son tan variados como la información que proporcionan. El punto central es el Mensaje, expresado de diversas formas, dependiendo del público a quien va dirigido. El Medio representa la vía por la cual viaja la información al receptor. El destino será la persona(s) a quien va dirigido el mensaje; es muy importante utilizar los términos adecuados de acuerdo al público del que se trate. Finalmente, podemos mencionar la retroalimentación, cuya finalidad es la de corroborar y solidificar la información enviada.
Si esto lo trasladamos a nuestra labor docente, es importante realizar los siguientes comentarios:
- Debemos seleccionar muy bien las fuentes de información, ya sea oral, escrita y/o electrónica que vamos a utilizar.
- En la medida de lo posible, el mensaje deberá tener una estrecha relación entre el objeto de conocimiento y el entorno del alumno, a fin de que este sea de interés y aplicabilidad en la vida del adolescente.
En el salón de clases, normalmente usamos como canal la comunicación verbal, sin embargo, no debemos abusar de él. - Existen formas alternas que nos pueden ayudar en este sentido, tal es el caso de los medios de comunicación global. Obviamente, el punto es conjugar ambas formas para lograr un mejor resultado.
- Nuestros esquemas de comunicación deben ser pensados en nuestros alumnos, mismos que constituyen el destino en este proceso. Debemos utilizar un lenguaje entendible, explicaciones a su nivel, etc.
- Finalmente, el proceso de retroalimentación nos ayudará a comprobar la transmisión de los aprendizajes. En él podemos implementar actividades constructivistas que permitan detectar conocimientos, aciertos, errores, oportunidades de mejora, y sobre todo actitudes en nuestros estudiantes.
No debemos perder de vista el hecho de que nuestra comunicación sea generadora de significados en la vida del adolescente, es decir, trascendente y aplicable a su vida diaria. Para ello se recomienda conocer y utilizar signos, tales como iconos(gráficos con un significado), índices(indicadores de alguna situación) y símbolos(reglas de vida en sociedad).
Si regresamos en el tiempo, la educación tradicional manejaba un modelo unidireccional de comunicación: docente emisor – alumno receptor. Hoy en día se requiere de una comunicación horizontal, donde ambos jueguen los 2 papeles y exista la igualdad e interactividad apoyada por el uso de las TICS (computadora, teléfono, internet, tv, radio, correo, etc.).
Los profesores de hoy, debemos hacer uso responsable y planeado de estas importantes herramientas tecnológicas en nuestro quehacer docente. Indudablemente, constituyen un elemento que si integramos a nuestras estrategias de clase, éstas serán atractivas, innovadoras y de trabajo colaborativo, donde el alumno construya sus propios conocimientos.
También es importante tener en cuenta los comportamientos no verbales que presentamos...nuestra apariencia, expresiones corporales, movimientos, tono de voz, etc., constituyen elementos importantes en nuestro proceso de comunicación hacia los chicos. De forma casi imperceptible el adolescente establece relaciones de confianza o temor, simpatía o desagrado, interés o desinterés hacia ciertos profesores basándose en estos elementos meramente físicos.
Finalmente, estamos inmersos en un proceso de mediación pedagógica, donde debemos reflexionar y actuar para conjugar todos los elementos implícitos: maestro, estudiante, conocimientos, tics y entorno, con el fin de ser docentes mediadores que forman jóvenes integrales para la vida exitosa en una sociedad.
